El control y reducción de las vibraciones transmitidas desde la maquinaria a las estructuras es cada vez más importante tanto en el sector industrial como en el residencial. Para lograr el objetivo de reducir las vibraciones, es necesario tener un conocimiento profundo del fenómeno. Esta parte técnica tiene como finalidad ilustrar los principales conceptos del aislamiento de vibraciones de la forma más sencilla o orientar en la elección del dispositivo antivibratorio más adecuado para necesidades específicas.
Las vibraciones son solo una de las muchas manifestaciones de la energía que nos rodea. Este, como sabemos, no se crea ni se destruye, simplemente pasa de un estado a otro. Esto le sucedió por ejemplo a una prensa o un martillo, no toda la energía almacenada se utiliza para la deformación de la pieza. Una parte se descarga inevitablemente al suelo, por lo que el impacto puede provocar vibraciones que se propagan en el entorno. Para eliminar esta perturbación, se puede quitar la fuente de vibraciones del vecino que se destruye o controla, «domando» esta energía que se dispersa al suelo.
El objetivo de un buen aislamiento es interponer una barrera en la propagación de la energía vibratoria entre la máquina y el terreno circundante. Es por tanto necesario interponer entre el sistema vibratorio y el resto de la estructura, unos elementos que reflejen una parte de esta energía y atenúen su intensidad, de forma que se descargue la vibración resultante. el suelo no molesta. Este es un problema de interfase cuya única solución debe buscarse mediante el uso de intermediarios elásticos, como soportes de resorte o elastómetros.
Las vibraciones son una propagación de energía en forma de ondas que se transmiten a través de estructuras sólidas. Las vibraciones se caracterizan por dos cantidades: la amplitud de la oscilación y su frecuencia, es decir, el número de oscilaciones por segundo. Estas dos cantidades son generalmente inversamente proporcionales: a medida que aumenta la frecuencia, la amplitud disminuye y viceversa. El tiempo entre dos oscilaciones se llama período y se expresa en segundos. El inverso del periodo, la frecuencia, expresa el número de oscilaciones que tenemos en un segundo y su unidad de medida es el Hercio (Hz).
La rigidez (K) es una característica interna tanto de los resortes como del caucho. Para los resortes más comunes, proporciona una proporcionalidad directa del aplastamiento a una carga estática aplicada. En el caso de los soportes antivibratorios de goma, en cambio, las características de la flecha en función del aplastamiento ya no son perfectamente lineales sino que tienen una característica aproximadamente parabólica, como se muestra en la figura.
En realidad, ningún elemento es indeformable, por lo que tiene su propia elasticidad. Técnicamente, el sistema suspendido se representa como una masa bajo la cual se fijan un resorte y un amortiguador.
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