En las realidades productivas se encuentran maquinarias y equipos que durante los procesos de trabajo generan ruido y vibraciones que, si superan cierto umbral de tolerancia, deben ser aislados para proteger la salud de los trabajadores.
En otros casos, las máquinas herramientas para trabajos mecánicos de extrema precisión, o los bancos para el control de calidad, toleran niveles vibratorios en entrada muy bajos, incompatibles con el ambiente en el que se encuentran instalados.
La mejor solución, que mantiene la rigidez necesaria de la superficie de apoyo e incrementa la masa suspendida, es realizar debajo de la máquina/herramienta por aislar una base separada del resto del ambiente y apoyada sobre soportes antivibrantes (G, BPD, AA and TSZ).
Sin embargo, en la mayor parte de los casos, esta solución resulta antieconómica (tanto por los costos de la intervención como por la parada productiva) y se prefiere emplazar la máquina directamente sobre aislantes antivibrantes: si la máquina está simplemente apoyada, cuando la fricción es suficiente como para mantener el emplazamiento, se pueden utilizar las series BPD, G, TSGE y TSPP; si la máquina se fija al suelo, si existen fuerzas horizontales relevantes que tienden a desequilibrar la maquinaria, se deben utilizar las series de antivibrantes AA, Flexobloc y TSZ.
En los casos en los que el problema de la eliminación de las vibraciones fuera secundario pero fuera necesario colocar la máquina en modo perfectamente nivelado, se puede resolver el problema con los pies regulables ZREG, que de todos modos presentan una buena capacidad de aislamiento.