Las partes electrónicas instaladas en velívolos, cohetes y satélites están expuestas durante su vida operativa a las vibraciones presentes en la estructura misma del medio en el que se encuentran instaladas. Las fuentes principales de vibraciones son, de hecho, los motores, las hélices y los rotores de aviones y helicópteros, o bien las aceleraciones durante el lanzamiento de cohetes para la puesta en órbita de los satélites.
Para permitir a los componentes electrónicos superar el test de calificación y luego mantener su funcionalidad durante la vida operativa, con frecuencia se recurre al montaje sobre soportes antivibrantes. Estos soportes no solo deben aislar el aparato sino que deben hacerlo con extremada confiabilidad en el tiempo y conteniendo el peso: para este fin resultan adecuados los modelos más pequeños de las series AA, AVAU y Heliflex.
El antivibrante de goma PGM se aplica específicamente en el aislamiento del instrumental de la cabina de pilotaje gracias a su diseño de perfil bajo, que permite que quede inmerso en la estructura de sostén.
Las partes delicadas de las aeronaves y de los satélites a menudo deben ser protegidas también de las vibraciones y de los choques accidentales que pueden sufrir durante las fases de transporte del sitio de producción al sitio de ensamblaje final. Con este fin se realizan trineos y contenedores de transporte que aprovechan la tecnología del aislante de cable (Heliflex) para poder absorber y disipar las tensiones no deseadas.